Castigo "Injusto"

Tema: Castigo "Injusto" Sáb Feb 12, 2011 5:28 am

Después de alegar todo lo posible para que no la mandaran al salón de castigos, todo fue inútil, y finalmente se vió resignada a tener que estar encerrada en el salon de castigos toda la tarde por vez primera en vez de Elianna. Con la mochila al hombro, y malhumorada, entró al lugar que estaba vacío y arrojó la mochila en uno de las mesas que estaba al final, en la esquina, para que no la molestasen. Sacó un cuaderno y se puso a garabatear, aún muy enojada, por lo sucedido en el salon de literatura. Ese tipo... ¿Quien se creía para castigarla por semejante cosa? Era un resentido. Solo porque ella sabía más de libros... Bufó indignada, apartandose un mechon de la frente y siguió garabateando hasta abrirle un huevo a la hoja. Entonces la arrancó la hizo bolita y la arrojó a la basura, aunque igual no calló dentro de ella pero no le presto importancia. Menos mal que ese salon desactivaba todos los poderes o alguna onda expansiva se le habría escapado y habría mandado a volar media escuela.

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No paso mucho tiempo antes de que la puerta del salon se abriera de nuevo dejando ver a un para nada feliz profesor de Literatura, porque Kandra le hacia esto?... oh si, la pelirrosa sabia desde niños que poniendole ojitos de cachorro, Liang nunca le habia podido decir que no cuando le pedia un favor como ahora. De haber sabido que iba a terminar de guardia de los castigados por ese dia ni loco hubiera enviado ahi a esa chica que se estaba volviendo su dolor de cabeza.

Para colmo al llegar todo parecia indicar que era la unica castigada de ese dia... genial justo hoy se le tenia que ocurrir al resto del alumnado portarse bien, de seguro ese dia se habia levantado de la cama con el pie izquierdo, y ahora mientras se dejaba caer pesadamente sobre la silla, lo unico que pedia es que esas dos horas terminaran pronto.

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No se dignó a levantar la mirada de lo que hacía, incluso cuando escuchó el sonido de la puerta que se abría y luego se cerraba, reconociendo los sonidos de pisadas sobre el piso de madera, luego el portafolios sobre la mes y el ruido chirriante de la silla al momento en que tomaran asiento. Sin embargo, un curioso presentimiento le obligó a levantar la mirada y, en cuanto lo hizo, descubrió a aquel que la había enviado al salon castigos: el profesor de literatura. Su ceño se frunció más, de ser aquello posible. - Bien se ve que quería continuar nuestra charla sobre los libros... - Comentó con ironía y enojo, aunque en el fondo no entendía porque la había mandado al salon de castigo si él iba a tener que cuidarla. ¿O es que acaso se complacía en molestarla? No lo entendía.

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Estaba por sacar el libro que recien habia comprado y aun no tenia oprtunidad de leer cuando escucho aquella pregunta y fijo su mirada en ella arqueando una ceja -lamento no complacerla señorita Raven, pero si mal no recuerdo los alumnos castigados deben permanecer en silencio durante el tiempo de castigo- trato de no provocar un nuevo altercado entre ellos mientras empezaba a leer.

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- Y si mal no recuerdo yo, los profesores deben cuidar a los castigados y no ponerse a hacer cosas de su convenienv¡cia... - Señaló la chica, con la misma ironía de antes - Así que si quiere que no lo moleste, o me da algo que hacer, o sugiero que se valla acostumbrando... - Señaló la chica, sin apartar su retadora mirada de él. Le molestaba de sobremanera la actitud ajena, que se creyera superior... eran cosas que le sacaban de quisio. ¡Era un simple profesor! No entendía como la directora Kandra había podía contratar a un sujeto como ese para quediera clases en el instituto.

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-Quien dice que por estar leyendo no soy capaz de vigilarla?... ademas segun se usted ya tiene algo que hacer... aproveche el tiempo aqui para comenzar con sus tareas- desde su punto de vista, esa jovencita... lo que tenia de lista lo tenia de arrogante

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- Yo no apostaría en eso mi cabeza pero esta bien... Como quiera... - Musitó la chica, encogiendose de hombros, tomando su mochila para sacar un cuaderno y un lapiz, pero en vez de ponerse a hacer la tarea como parecía, arrancó una hoja para comenzar a rasgarla en pequeños trozos, en los cuales garabateaba dibujos o frases antes de volverlos bolitas y, cada vez que el mayor se distraia, le lanzaba algunos a través de una pajilla para que llegasen lejos, aunque luego se hiciera la que ni siqueira lo veía, garabateando el cuaderno, sin siquiera cambiar de postura. Era una experta haciendo aquello.

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Ante aquella contestacion Liang rodo los ojos mas opto por no responderle, despues de todo el era el profesor no?... debia ser quien actuara con algo mas de madurez, ademas asi podia empezar a leer por fin su libro. Claro que no habia sino leido apenas dos paginas cuando sintio un golpecito, levanto la mirada para ver de donde provenia mas no encontro nada asi que trato de seguir con su lectura, aunque pronto sintio otro golpecito y otro mas y finalmente tras este ultimo, se percato de una diminuta bolita de papel en el escritorio lo que le hizo fijar su atencion de inmediato en la pelinegra.

-Jaja.... que madura señorita Raven, eso solo funciona cuando hay mas de un alumno en el salon- al ver que de plano no iba a dejarlo leer en paz, suspiro y cerro el libro y la miro fijamente -y bien digame... ha leido "La Biblia del Diablo"?- a ver si con eso por lo menos la mantenia entretenida para que dejara de fastidiarlo.

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Raven sólo le hizo una mueca de falsa sonrisa al profesor, ironica, antes de seguir con lo que hacía, paralelo a lanzarle molestas bolítas de papel al profesor, que era hacer la tarea de biología del profesor Caleb sobre los sistemas evolucionistas del Homo Sapiens más cuando el profesor le preguntó aquello, interrumpió lo que hacía para mirarle con cara contrariada. - La biblia de que? - Inquirió. Sólo había escuchado eso una vez de un texto satánico que escribió un monje benedictino poseído, pero no creía que fuera cierto. ¿Por qué le preguntaba eso?

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Arqueo levemente una ceja como reaccion a la primera mueca para despues sonreir de lado al ver que habia logrado su cometido de captar su atencion y hacerla olvidar por el momento que era diana de tiro -vaya... es bueno saber que sabe algo al respecto... y digame no ha escuchado sobre la novela de Richard Dübell que lleva el mismo nombre?-

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Arqueo una ceja ante lo primero que había dicho, como sintiendose ofendida, mas cuando empezó a hablar se olvidó de lo que hacía pero inesperadamente le prestó atención. Le gustaban mucho los libros, tanto como para olvidar sus diferencias con aquel profesor. - Ah si? Y de que trata la supuesta biblia? - Quizo saber - Seguro es una historia de esas detectivescas como las de Dan Brown... - Comentó, apoyando el rostro en una mano, y garabateando en una hoja del cuaderno.

Tema: Re: Castigo "Injusto" Sáb Feb 12, 2011 5:31 am

Sonrio de lado al ver que estaba mas atenta de lo que esperaba, en el fondo no parecia tan mala chica, pero entonces recordaba aquel encuentro en la biblioteca y todo se iba al traste, pero bueno al menos por el momento hablaban de algo que a ambos parecia apasionar por igual. -Pues... por una parte podria decirse que si, pero tambien maneja un buen equilibrio entre hechos veridicos y ficcion, de tal modo que aun cuando uno como lector sabe que es solo una novela... no deja de impactarse-

- Bien, suena como algo digno de ser leido... - Admitió la joven, poniendo su interés en la conversación y no en los garabatos del libro. Hablar de libros la apasionaba y le hacía olvidar casi por completo que estaba enojada con aquel profesor y su pedante actitud - Aunque, si le gusta esa temática, seguro ya se habrá leido la Trilogía Templaria de NicHolas Wilcox, ¿verdad? - Inquirió, deseando a su vez darle un golpe bajo. No iba a ser la única que quedara en ridículo por no conocer de un libro.

Asi como ella le habia prestado atencion, opto por comportarse mejor y hacer lo mismo, escuchando sobre los libros que mencionaba -mmm... "touche", ya he oido sobre ellos pero aun no tengo el placer de leerlos-

Raven sonrió al encontrar un punto débil en el molesto profesor... Que ya no parecía tan molesto. - Si, la temática es parecida a la La biblia del diablo, y aunque el estilo es parecido al de Dan Brown, en algunos aspectos se diferencia muy claramente - Comentó - Es realmente interesante si gusta de las lecturas poco usuales... - Se acomodó un mechon de cabello de manera un tanto coqueta sin darse cuenta - Si gusta yo podría prestarselos, o mejor... Podriamos hacer un intercambio... - Sugirió, suspicaz.

Mientras la escuchaba dejo el libro en su escritorio y se acerco a Raven, sentandose, o bueno mas bien recargandose en el pupitre de al lado, sonriendo ante ese gesto inconsciente -mmm... parece que ahora si nos entendemos señortia Raven, justamente yo pensaba en algo similar, un intercambio me parece justo-

- Bien, pero he de señalar el disparejo detalle en que serían 3 libros a cambio de uno... - Exclamó la chica de manera intuitiva, señalando suspicaz aquel detalle que el mayor había pasado por alto, intencionalmente o no - ¿Acaso no pretende emparejar ese acuerdo, profesor? - Inquirió, con algo de cinismo en la forma en que pronuncia su denominación, pero fuera de ello, no daba alguna otra muestra de rechazarle.

-Muy astuta...- dijo como si lo hubiera descubierto aune sin dejar de sonreir -mmm es verdad, pero que tal si entonces le agregamos al trato mmm no se... cambiar el lugar del "castigo" a alguno como no se... la biblioteca?, ahi ambos estariamos mucho mas a gusto-

- Bien, es una oferta tentadora... - Admitió la joven, meditandolo conciencudamente para luego asentir - Bien, es un trato... Pero solo si nos vamos ahora, ¿De acuerdo? - Extendió la mano hacia él como si estuviera concertando un acuerdo con algun negociador o algo asi. La verdad es que estar en esa habitación tan blanca la tenía de los nervios. Le recordaba a sus días en el manicomio.

Despues de los minutos en los que se decidia, vio como le tendia la mano y no tuvo que pensarlo antes de estrecharla cerrando asi su acuerdo -es un trato... pero eso si, si alguien pregunta porque estamos ahi y no aqui, es porque usted necesitaba hacer su tarea y yo no iba a dejar de cuidarla, despues de todo como ya lo dijo, es la responsabilidad de un profesor o no?-

- Me parece lo mas razonable... - Aceptó la joven, luego de estrecharle la mano, separandose para ir a buscar su bolso, en el cual metió a prisa todas sus cosas, para luego esperar en la puerta, impaciente, a que se fueran. Se veía un poco tensa, pero se trataba de su psicosis con el manicomio. Y es que, mientras mas tiempo pasaba allí, mas sentía que las paredes se encogian a su alrededor.

En lo que ella fue a recoger sus cosa el opto por hacer lo mismo, recogio su portafolio y su libro guardandolos y llegando con ella a la puerta -pues bien, en marcha, antes de que alguien nos descubra y entonces terminemso ambos castigados-

- Vamonos entonces... - Y ni corta ni perezosa, salió con prisa del salon de castigo, respirando aliviada una vez fuera de aquel asfixiante y blanquecino sitio. Se notó entonces más relajada su expresión y, sin siquiera detenerse a revisar que el mayor la siguiera, se dirigió a la biblioteca como habían quedado, para no causar mas problemas de la cuenta.

Continua en Una Escapadita