La luna de Venecia~ [Privado]

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Caminó con tranquilidad a su habitación... necesitaba un baño, se sentía incómodo y tan solo un baño frío lo regresaría a la vida. Se metió a la regadera y tardó unos cuarenta minutos en ello, quedándose incluso un rato más en la bañera. Si era sincero él no comprendía del todo la preocupación por el menor, necesitaba meditarlo un rato y eso le tomó unos veinte minutos... apenas salió se dispuso a ir a la cama pero, eso parecía no resultar muy útil.

Se puso un pantalón de algodón y se tiró a la cama con comodidad mirando el techo, esperando a que el sueño le venciera, tardando segundos... o más bien minutos, que a fin de cuentas no tomarían resultado y no dormiría esa noche, ¿cierto?

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

No podía dormir, más bien se le cerraban los ojos por letargos intranquilos en los que pronto volvía a despertarse, no podía estarse quieto, más aún por la frustración de discusión con el rubio y su reciente "fracaso" como pianista. Lo primero no podía solucionarlo, pero lo último...

Con sigilo se levantó de la cama y volvió afuera, saliendo sin hacer ruido para bajar las escaleras y volver al salón de musica, cerrando la puerta para que el sonido no traspasara los muros que, esperaba, fueran lo suficientemente gruesos. Suspiró y volvió a sentarse frente al instrumento, esperando poder hacerlo mejor esta vez, concentrado y sin la pesada mirada ajena sobre si.

Definitivamente tenerlo tan cerca comenzaba a afectarle, y ello no le gustaba para nada.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

¡Fracaso total! No había podido dormir y se quedó tumbado pensando con los ojos cerrados en cómo carajos iba a vencer al insomnio. Estaba intranquilo y no comprendía del todo el porqué, pero tenía que averiguarlo a conciencia o no. Cerrados sus ojos, entonces, un ruido bastante conocido llegó a sus oídos... era débil pero él había aprendido a escuchar con atención.

Sus ojos volvieron a abrirse lentamente, reaccionando ante ese ruido constante que resultaba tan familiar para él... se levantó entonces mirando a su alrededor, conciente de que definitivamente no eran ilusiones de uno. Terminó parado junto a la cama y abriendo la puerta con curiosidad, bajó las escaleras y dio entonces con el cuarto de música, observando con la poca luz que había a cierto albino de aspecto encantador tocando su preferido de los instrumentos musicales... quedose entonces observando al menor que tan abstraído lucía en ello.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

No se había dado cuenta de que lo observaban, de lo contrario, no habría seguido tocando con la misma soltura. Sus manos se deslizaban por las teclas, repitiendo la pieza que antes hubiera tocado y que ya tenía algunos errores. Sus manos equivocaban los acordes por apenas medio tono, pero el peliplata no apartaba su mirada de las teclas, como si estuviera en trance. La belleza de aquel instrumento era magnífica y no acabaría hasta hacerlo perfectamente.

Alpha Mensajes : 1026 Fecha de inscripción : 16/02/2011

Vaya... Alphonse realmente se estaba esforzando. Era algo que atribuirle, definitivamente. Una sonrisa se le dibujó con ello y tomando en cuenta que estaba dando todo, prefirió no interrumpirlo. Sí, se esquivocaba un poco, pero a pesar de ello continuaba intentando, esa insistencia le gustaba y, ciertamente, no podía quitarle la vista de encima. Era un ser hermoso, fuera lo que fuese, lucía encantador y ante sus ojos, realmente era un ángel... al final se decidió. Caminó con sigilo hacia él se inclinó un poco a besarle la cabeza, para luego dirigirse a su oído.

-Respira lentamente, con calma -le invitó, con voz suave para no asustarlo, colocando con cuidado sus manos sobre los hombros de Alphonse-, haz de cuenta que no estoy aquí... solo relájate y déjate llevar, todo fluirá solo, todo saldrá bien -prometió, quedándose así y aguardando a ver lo que el albino podría lograr.

Omega Mensajes : 3362 Fecha de inscripción : 20/02/2011

Se tensó un poco al sentir unas manos sobre sus hombros. Sabía de quien se trataba, pero trató de no prestarle atención y hacerlo que le decía... Ignorar que estaba allí y solo seguir tocando... O más bien, iniciando la melodía de nuevo, respirando pausadamente y manteniendo la calma, sin frustrarse... y ello, sorprendentemente, pareció ayudarle, ya que sus dedos se deslizaban con más facilidad. Se "dejaba llevar" como decía el rubio y todo parecía más sencillo, era algo que lo le había pasado antes.

A penas y le miró por encima del otro, pero su expresión era calma, casi sonriente, pero el movimiento habia sido tan veloz que bien pudo haberlo imaginado. El peliplata continuó con su mirada fija en el teclado, disfrutando ahora de la perfección de la melodía que incluso le hizo colorear las mejillas.

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